Tras la categórica derrota de la selección peruana contra Chile, la crítica especializada ha sido unánime en apuntar como blanco y responsable principal al entrenador Pablo Bengoechea. No creemos, sin embargo, que el uruguayo esté muy preocupado por el cargamontón mediático. 

A continuación, detallamos tres hechos que dan cuenta de que –más que índices de popularidad o aprobación– a Pablito lo que parece quitarle el sueño es asegurar el depósito mensual de su sueldo hasta la fecha de vencimiento de su contrato el 4 de julio del 2015, cuando acaba la Copa América de Chile.

1. ES UN TÉCNICO INTERINO

Recordemos que a Bengoechea le ofrecieron el cargo inmediatamente después de que Marcelo Bielsa rechazara la oferta de la Federación Peruana de Fútbol de dirigir a la selección. El 4 de marzo de este año, la oficina de prensa de la FPF emitió un comunicado electrónico sobre la negativa de Bielsa y OCHO MINUTOS DESPUÉS, por la misma vía, anunció a Pablo Bengoechea como técnico de Perú.

Para nadie es un secreto que su nombramiento se dio porque el presidente Manuel Burga necesitaba a alguien para llenar el banco durante los amistosos del 2014 (incluyendo un encuentro ya pactado contra Inglaterra en Wembley), mientras concentraba sus esfuerzos en las elecciones de octubre del 2014. 

En esos días previos al nombramiento, entre muchos periodistas deportivos era de dominio común que el supuesto interés de la Federación en Bielsa era solo una estrategia dilatoria, y que la idea siempre fue que Pablito –una opción impopular– calentara el buzo hasta la Copa América.

Si bien la FPF ha mencionado que existe una cláusula en el contrato del uruguayo por el cual se reevaluaría su continuidad en caso de haber un cambio en la presidencia como consecuencia de las elecciones de octubre, la institución se ha cuidado mucho de no llamar a Bengoechea por lo que realmente es: un técnico interino. Pablito lo sabe muy bien y por si en algún momento se le ha olvidado, ahí están los amigos de Central Fox para recordárselo:

fuente: youtube

2. SUS DECLARACIONES DE FUNCIONARIO PÚBLICO

Si hay algo que delata a Bengoechea es lo que dice en público las pocas veces que se ve frente a la desafortunada obligación de dar declaraciones. Su discurso llano, que asemeja al monitor de signos vitales de un enfermo terminal, es pródigo en excusas, justificaciones, y en algunos casos, reflejo de una realidad paralela. 

Por eso, cada vez que escuchamos a Bengoechea sentimos que estamos frente a un funcionario de gobierno cuyo cargo de confianza está en peligro. Es el mismo tono apologético y conciliador del que se sabe poco calificado para un puesto de trabajo y que defiende el sustento mensual a costa de cualquier consecuencia y en detrimento de cualquier principio. 

Por ejemplo:

*Cuando fue presentado en la VIDENA en Marzo del 2014 se le preguntó qué le dejaba como experiencia la era Markarián, cuando él fungió como asistente y en el que el equipo quedó relegado a 10 puntos de la plaza de repechaje. Sin que le temblara la voz, Pablito respondió:

"No fue un fracaso"

*En junio del 2014, luego de que la selección fuera de turismo por Europa y en el proceso ser aplanados en la cancha por equipos que jugaron a media marcha como Inglaterra y Suiza, Pablito dijo ante el estupor de la afición :

"Me quedo muy satisfecho de la actuación que tuvo la selección peruana. Me voy muy ilusionado (...) estuvimos a la altura de una despedida a una selección que se va a un Mundial"

*Luego de la humillante derrota del viernes con Chile, Pablito remató con lo siguiente:

"Cambió todo el partido con la expulsión de Cruzado"

Como anota muy bien Mario Fernández en una nota de ayer en El Comercio, Bengoechea convenientemente omite señalar que para ese entonces Perú ya perdía 2 a 0.


3. SU CRITERIO COMO SELECCIONADOR

Antes de ser nombrado como técnico de Perú, Bengoechea dio la siguiente declaración en una entrevista:

"Si se jugaba como se hizo en la Copa América en la Argentina, un cupo mundialista era nuestro. Estoy totalmente convencido"

Durante la Copa América 2011 en Argentina, el Perú de Sergio Markarián se armó como un equipo sin figuras, que sacrificó la posesión del balón a cambio de priorizar el orden defensivo y el contragolpe. Pero a juzgar por los seis partidos amistosos en la 'Era Bengoechea' esta convicción en el 'ratoneo' que nos llevó al tercer lugar en Argentina parece haberse esfumado. 

No hay ratoneo, pero tampoco hay posesión, ni siquiera pelotazo. Da la impresión que –como su DT– Perú juega a sobrevivir, a ver qué pasa en el partido. Nadie sabe a qué jugamos. Por eso el uruguayo llama a jugadores que sabe que tienen poca opción de llegar al 2018 como Pizarro o Vargas pero que le pueden salvar la boleta del día. 

La noche del viernes, en ocasión del nuevo estupro futbolístico sufrido en tierras chilenas, el gran Jerónimo Pimentel lo resumió en un tuit:

"Es lo que hay", ha dicho Claudio Pizarro. Yo creo que lo único que hay es la convicción de Bengoechea de que su vida con el buzo de la bicolor tiene fecha de expiración comprobada: 4 de julio del 2015, el final de la Copa América. Eso se traduce en ocho mensualidades más a cuenta de la FPF, y a cuenta de la absurda ilusión que algún día podremos tener opciones reales de ir a un mundial.  


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